Aunque vayamos a los hospitales para que nos traten, ¿qué es lo primero que nos llama la atención al llegar allí? Para algunas personas puede ser el olor como a mí me ocurre, pero también la atmósfera, el ambiente, los colores. Cuando pasamos a planta, en las habitaciones, percibimos la presencia o la falta de luz, las características del espacio, etc. Todos estos factores están pensados por arquitectos que, según su formación, han de darse cuenta de lo importante que son estos detalles, ya  que pueden convertir una experiencia complicada de por sí en un momento  casi agradable o en el horror absoluto. En los países anglosajones se habla de psicología medioambiental. Por esta razón charlar con Rita Gasalla, CEO de  Galöw, la firma pionera de arquitectura saludable en España, me resultaba  muy interesante. Este encuentro, que abre nuevos horizontes, no me ha defraudado… Leer el artículo completo

Estos días y por obvias razones, el teletrabajo ha tomado cada vez más relevancia. La pandemia del Covid19 ha puesto a profesionales y empresas a evaluar nuevas formas para mantener –en la medida de lo posible- su operatividad. Las medidas de distanciamiento social han transformado los hogares en los nuevos espacios laborales de muchas personas. Sin embargo, es una simplificación concebir esto como una relocalización del trabajo. Como ya han expuesto varios expertos en redes sociales y medios de comunicación, implica cambios de rutina, creación de hábitos, gestión de tiempo, manejo de tecnologías de comunicación y tanta adaptabilidad como fuerza de voluntad. No obstante, todas esas conversaciones están dejando fuera un aspecto sumamente relevante: la disposición de los espacios y sus condiciones físicas importan, básicamente porque pasaremos toda nuestra “jornada laboral” en ellos y porque si no los adecuamos debidamente, pueden incidir negativamente en nuestro rendimiento, niveles de estrés y en nuestra salud. El ruido, por ejemplo, puede llegar a reducir nuestra productividad hasta un 15%, y a niveles altos y constantes, puede producir estados crónicos de estrés y nerviosismo, además de elevar el riesgo de sufrir ataques cardíacos y derrames cerebrales. Por su parte, la luz tiene efectos muy importantes sobre nuestra función cognitiva, el rendimiento y el sueño. Y cómo no hablar de la ventilación y de la luz natural, que cumplen una función esencial en la eliminación de patógenos que se concentran en los espacios cerrados, algo que ahora más que nunca debería importarnos.

Rita Exterior

En suma, son diversos los componentes que hacen de nuestro lugar de trabajo un espacio saludable –o no-, y van desde el mobiliario hasta el confort térmico, pasando por el confort acústico y lumínico, entre muchos otros. Por eso, como arquitecta y promotora del enfoque de Arquitectura Saludable, creo fundamental compartir algunos principios que implementamos en nuestros proyectos y obras de oficinas en las que el bienestar y la salud de los usuarios son una prioridad y que pueden ser aplicados en las viviendas. Desde luego, hay reformas estructurales que dadas las circunstancias no se pueden realizar ahora, sin embargo, otros cambios están en nuestras manos, son sencillos de abordar y tendrán efectos muy positivos. Un buen punto de partida es procurar reservar un espacio solo para trabajar. Esto influye en la concentración y en que sea más llevadera la rutina. Conviene evitar que el dormitorio sea nuestro lugar de trabajo, y si no hubiera otra opción, nunca deberíamos trabajar sobre la cama. Es recomendable además cuidar la ventilación, y en cuanto finalicemos, sacar los dispositivos electrónicos fuera de la habitación. Todas estas medidas ayudan a no alterar nuestro descanso nocturno. Además es conveniente aprovechar la luz natural y las vistas, si tuviéramos la suerte de tenerlas, ya que tienen un gran impacto en el rendimiento y en el estado de ánimo. Lo ideal en este sentido es tener el máximo de luz natural posible sin que deslumbre, porque produce fatiga y dolor de cabeza. Según la disposición de cada espacio, debemos evitar sentarnos de frente o de espaldas a las ventana, y permitir que la luz natural entre por la izquierda en caso de ser diestro y por la derecha si se es zurdo, dando prioridad al disfrute de las vistas. Siempre tendremos que complementar la luz natural con iluminación artificial y ésta debe proporcionar una luz ambiente que evite que haya contrastes en nuestro campo visual. Nuestra concentración, estado de ánimo y sueño dependen de ello. Si contamos con una correcta iluminación, nuestra productividad puede incrementarse hasta un 5%. Para iluminar correctamente, podemos combinar la luz directa del flexo para trabajar en papel con una iluminación indirecta para trabajar con la pantalla. Además de la luz, es primordial el confort acústico. Debemos buscar lugares silenciosos para trabajar y estimular conductas que respeten el silencio en particular si hay niños, pues como ya he mencionado antes, el ruido afecta poderosamente nuestra concentración, especialmente cuando desempeñamos tareas complejas. Cabe resaltar que el exceso de ruido o contaminación acústica, según la Organización Mundial de la Salud, se encuentra entre los cuatro factores medioambientales con mayor impacto en la salud, y puede producir trastornos psicofísicos, alteraciones del sistema inmunitario y como había comentado, enfermedades cardiovasculares. Otra condición determinante en nuestra sensación de bienestar es el denominado confort higrotérmico, que tiene en cuenta tanto la humedad relativa como la temperatura. Sabemos que las condiciones térmicas y de humedad relativa, son el conjunto de parámetros que más impacta en nuestro rendimiento. Debemos intentar mantener nuestro espacio de trabajo a la temperatura de confort, entre los 20 y 22 grados centígrados y una humedad relativa entre 40 y 60%, con la ventaja de que esta humedad relativa no sólo es confortable, sino que según las últimas investigaciones, es la ideal para evitar que se propague el Covid-19 por vía aérea, aunque no impacta en el distanciamiento social ni en el lavado de manos. No menos importante es el mobiliario. Como primera medida, es bueno recordar que la postura importa y mucho. Por eso, debemos intentar trabajar en una mesa de altura estándar, en sillas con ruedas, asiento regulable en altura, reposabrazos y respaldo reclinable -idealmente con soporte lumbar-. Si los muebles no son ergonómicos, debemos utilizar los que te permitan mantener una mejor postura. Para mantener la salud músculo-esquelética, debemos (y esta recomendación también es válida para cuando volvamos a la oficina) estirarnos regularmente y trabajar media hora de pié y media hora sentados. Un idea es aprovechar las llamadas te teléfono para mover las piernas. Y como un toque adicional, si es posible, incluyamos plantas en el espacio de trabajo.No solo mejoran muchísimo la calidad del aire, porque aportan oxígeno, absorben CO2 y reducen los contaminantes del aire, sino que además impactan positivamente en nuestro bienestar mental. Finalmente voy a permitirme citar a mi bisabuelo, que era médico, y solía decir que “donde entra el sol, no entra el médico”. Tenía razón, y no solo con relación a la entrada directa de los rayos UV que en sus frecuencias más bajas eliminan los patógenos sin dejar residuos, sino también en lo que se refiere a la ventilación, que debe ser la máxima posible e idealmente cruzada entre dos fachadas. La ventilación contribuye a eliminar los patógenos y las pequeñísimas partículas materiales que se concentran en los espacios cerrados, en los que los niveles de contaminación son habitualmente entre dos y cinco veces mayores que el aire del exterior. Suena a paradoja, pero es primordial en el confinamiento que el aire exterior entre en nuestros espacios. Es claro que cada vivienda tiene diferentes posibilidades, por lo que probablemente se puedan tomar solo una parte de las propuestas aquí descritas para disponer de un puesto de trabajo ideal. Sin embargo, y de cara a la coyuntura que vivimos y a su incierta duración, la Arquitectura Saludable puede mejorar las condiciones de salubridad del teletrabajo, que pasada esta crisis será una forma de trabajo cada vez más habitual. Son tiempos difíciles, sin embargo, para resistir el encierro preservando nuestra salud, es clave que interioricemos que no solo se trata de no contagiarnos del Covid-19. El mundo está cambiando y estamos aprendiendo a adaptarnos a él con más consciencia que nunca de que la salud y el bienestar son lo primordial. Publicado previamente en portada de Mujeres&Cia 17/04/2020. https://mujeresycia.com/teletrabajar-sin-enfermar-teletrabajo/

No sabemos cuánto se va a alargar esta situación, pero si sabemos que esta forma de trabajo es una tendencia cada vez más generalizada y será habitual en el futuro, por lo que ahora es un buen momento para tomar todas las medidas que podamos para que nos encontremos bien trabajando en casa. 1. ¿Qué le dirías a alguien que arranca un periodo de teletrabajo para que pueda mejorar su espacio laboral en casa? Deberíamos dedicarle el tiempo necesario a optimizar -en la medida en que nos sea posible- las condiciones físicas de nuestro entorno de trabajo en casa. Vamos a estar en ese lugar ocho horas al día aproximadamente y si no lo acondicionamos debidamente, podríamos perder nuestro bienestar, bajaría nuestro rendimiento y empezaríamos a padecer estrés. Todas las medidas de Arquitectura Saludable que aplicamos en las oficinas para preservar nuestro bienestar, funcionan también cuando se trabaja en casa. Cada vivienda tiene unas posibilidades diferentes, por lo que probablemente no se puedan tomar todas las medidas para tener un puesto de trabajo ideal, pero cada uno debería adoptar todas las posibles para mejorar las condiciones de su puesto de trabajo en casa al máximo. 2. ¿Qué aspectos solemos cuidar poco en casa y perjudican el acondicionamiento de una zona como espacio laboral? Hay muchos aspectos que deberíamos cuidar más en las casas para conseguir unas condiciones de Arquitectura Saludable: la elección del lugar en el que trabajamos, la colocación del mobiliario y que éste sea ergonómico, la calidad e intensidad de la luz ( natural y artificial), la calidad del aire-ventilación y el confort térmico, además del conjunto de aspectos que nos ayudan a preservar nuestro bienestar físico y mental como son mantener la actividad física adecuada, disfrutar de la cercanía de las plantas y de las vistas. 3. ¿Cuál es el mejor sitio de la casa para tener nuestra mesa de trabajo?¿Es bueno estar cerca de ventanas? Lo ideal es tener un espacio reservado sólo para trabajar y que podamos dejar cerrado fuera del horario de trabajo. Si no hubiera esa posibilidad, debemos evitar trabajar en el dormitorio, dado que esto puede alterar nuestro descanso nocturno. En el caso de que el dormitorio fuera el único lugar posible donde trabajar, nunca deberíamos trabajar encima de la cama, hay que cuidar mucho la ventilación, y en cuanto acabemos, debemos sacar los dispositivos electrónicos de la habitación. El lugar elegido tampoco debe ser un lugar de paso del resto de la familia, para favorecer la concentración. Está comprobado que la luz natural y las vistas mejoran el rendimiento y el estado de ánimo. Lo ideal es tener el máximo de luz natural posible sin que deslumbre. Debes colocar la mesa de manera que el lado más largo quede perpendicular a la ventana y si tuvieras la suerte de tener vistas, colocar la mesa de modo que las puedas disfrutar. La luz natural debe entrar por la izquierda si eres diestro y por la derecha si eres zurdo, pero siempre priorizando el disfrute de las vistas. 4. ¿Qué condiciones de luz se consideran óptimas para trabajar? Habría que distinguir entre trabajar con ordenador y sin ordenador. En primer lugar debemos asegurar una iluminación ambiente suficiente para evitar los contrastes en nuestro campo visual, que causan fatiga ocular, por lo que siempre tenemos que complementar la luz natural con luz artificial. Debemos también combinar la luz directa para trabajar en papel con la iluminación indirecta para trabajar en la pantalla. La cantidad y la calidad de la iluminación es esencial para mejorar nuestra concentración, el estado de ánimo y el sueño, debemos tener presente que una correcta iluminación puede incrementar nuestra productividad hasta en un 5%. 5. ¿Cómo podemos mejorarlas en una situación como esta? La iluminación debe aprovechar al máximo la luz natural, pero evitando el deslumbramiento y los reflejos, por eso no debemos sentarnos ni de frente ni de espaldas a la ventana. También hay que evitar la luz cenital deslumbrante, que produce fatiga. Una buena forma de completar la iluminación es colocar un flexo o una lámpara de pié que arrojen luz directa e indirecta y con intensidad regulable. Lo óptimo es que además incorporen una variación del color de la luz en función del momento del día en que nos encontramos. 6. ¿Cómo nos afecta el ruido en el trabajo? ¿Por qué debemos tener un lugar bien acondicionado acústicamente, si es posible? El ruido nos afecta muy seriamente, hasta el punto de que puede reducir nuestra productividad en torno a un 15%, especialmente cuando se trata de tareas complejas, ya que reduce nuestra capacidad de concentración y nuestra creatividad se resiente. Los niveles altos y constantes de ruido pueden generar estados crónicos de nerviosismo y estrés y elevan el riesgo de sufrir derrames cerebrales y ataques cardíacos. El ruido es el principal motivo por el que debemos aislarnos cuando trabajamos en casa. 7. ¿Hay alguna manera de mejorar en casa la calidad del aire? Si, y es muy importante hacerlo. Debemos tener en cuenta que en los espacios cerrados, el nivel de contaminación es habitualmente entre dos y cinco veces superior que el aire del exterior, y esto no es una excepción en las viviendas. Por ello debemos ventilar lo más posible y permitir la entrada del sol, ya que los rayos UV destruyen los patógenos. Cuando respiramos, y cuando limpiamos o cocinamos generamos CO2, COVs y pequeñísimas partículas materiales en suspensión que son muy dañinos para nuestra salud y niveles altos de concentración de C02 produce fatiga y baja nuestro rendimiento. Las plantas, mejoran muchísimo la calidad del aire, ya que aportan oxígeno, reducen el CO2 y eliminan contaminantes del aire. Además mejoran nuestro bienestar mental, por lo que deberíamos incorporarlas en todas las estancias de la casa. Para que los niveles de estos contaminantes bajen también debemos ventilar y permitir que entre aire del exterior. Pero si vivimos en zonas contaminadas nos entraría otros compuestos generados por la industria, el transporte y la actividad terciaria en general. En este caso, la solución es incorporar una ventilación mecánica con doble flujo y con recuperador de calor que incorpore filtros. Esto es, en lugar de ventilar abriendo ventanas, las mantendremos cerradas y cogemos aire del exterior a través de una pequeña máquina que extrae el aire viciado expulsándolo al exterior. Estos días, con la drástica bajada de actividad, los niveles de contaminación han descendido muchísimo, por lo que el aire exterior ahora tiene un nivel de contaminantes excepcionalmente bajo. 8. ¿Qué es el confort térmico?¿Cómo podemos alcanzarlo? Es la condición mental en la que se expresa la satisfacción con la temperatura del ambiente. Cuando hablamos de confort, también debemos tener en cuenta la humedad relativa. Cuidando estos dos factores alcanzamos el confort higrotérmico. En las oficinas y por supuesto también en el caso del teletrabajo, las condiciones térmicas son uno de los parámetros que más afecta a nuestro rendimiento. Para alcanzarlo, el tratamiento de la vivienda debe ser integral, empezando por el aislamiento de la fachada,que evite las infiltraciones de aire, la calidad de las ventanas y de las persianas, así como el sistema de climatización del ambiente. Las instalaciones óptimas son las de suelo radiante, ya que tienen muy buen rendimiento y evitan la sensación de pies fríos. 9. Cómo debe ser el mobiliario? Es muy importante que el mobiliario sea ergonómico, para evitar problemas de espalda. Las sillas deben tener ruedas, y deben tener el asiento regulable en altura, tener reposabrazos también regulables en altura y a ser posible en 3 dimensiones y el respaldo ha de ser reclinable y estar dotado con soporte lumbar. Si tu silla no es ergonómica, utitiza la que te tengas permita mantener una buena postura. Las mesas deben ser regulables en altura, para poder trabajar 30 minutos sentado y 30 minutos de pié. En caso de que no tengas una mesa regulable, puedes aprovechar los ratos para hacer llamadas para levantarte y pasear lo que puedas. 10. ¿ Qué otras cosas debemos tener en cuenta? Hay algunos hábitos muy recomendables a tener en cuenta para mantenernos saludables al trabajar en casa: Cuando salgas a la calle, hay que tener en cuenta que las suelas de los zapatos traen todo tipo de patógenos de la calle. Es muy conveniente quitarse los zapatos antes de entrar en casa. Y si a veces se te olvida como me sucede tanto a mí, como al resto de la familia, pon un cartel en la puerta: «NI UN PASO EN CASA CON ZAPATOS DE LA CALLE». Mantén el hábito de no fumar en tu lugar de trabajo y para mantener el bienestar mental, aparte de tener plantas a la vista, ponte un horario y cúmplelo en la medida de lo posible, incluidas tus paradas habituales y no comas en la mesa de trabajo.